sábado, 8 de mayo de 2010


Las exigencias y presiones impuestas que te queman el humor y te lo revientan como a un pulmón tirado en el camino de una marcha militar, donde no va a poder esquivar tantos borceguíes, algunos lo van a rozar y a mover un poco pero finalmente lo van a reventar, dejando solo un enmarañado de arterias y venas.

Y la marcha seguirá sin haber notado jamás este incidente, y el pulmón ahora desinflado será banquete de algunos perros callejeros, a los que el hocico les apestara a tabaco y sangre.

Bueno seria seleccionar el tipo de percepción que queremos utilizar para los distintos días y distintas cuestiones. Así, un especiero de percepciones y humores serian la solución… ¿a que?, no se, quizá a conseguir el funcionamiento propicio de uno mismo para alcanzar las metas que uno mismo se pone, o abordar las exigencia impuestas desde otra óptica, transformar lo impuesto en autoimpuesto y así conformar a todos los hijos puta que te piden, te exigen, te afanan el tiempo y las ganas, las energías y la sangre, como al pulmón… te devoran los perros, los perros-dinero, los perros-moral, los perros-cielo, los perros de elite, los perros-sexo, te empujan a la mediocridad y no sabes como evadir la caída, porque el tiempo apremia y hay que ocuparlo necesariamente al servicio de la productividad monetaria, intelectual, espiritual, ¡grtns-tal!.

Construir, construir y seguir construyendo para el futuro, concientizarse del pasado para no cometer los mismos errores y todo esto durante el presente, el ahora.

Como carajo uno vive bifurcado entre el tiempo que aun no existió y el que ya paso, que en el ahora no es real, que es una construcción con datos subjetivísimos, entonces uno crea desde la irrealidad un supuesto futuro real, y por estas especulaciones uno se vuelve mierda, se asusta y paranoiquea, y al final son solo días y vidas que transcurren con mas o menos importancia, casi intrascendentes.

Entonces porque molestarse en modismos y modales, cuanto mucho lo golpean a uno, o va preso, o muere, posibles futuros que a uno lo asustan mas en teoría pero que en la practica son efímeros, pasajeros y veloces… expresiones como: “¿y eso fue?”, “¡aahh, no era para tanto!”, claro que no era para tanto cagón de mierda, son solo porquerías que quedan atrás, como las risas y la felicidad, no hay estados permanentes, si hay de distintas duraciones, que tampoco son las duraciones reales (si decimos duraciones reales a las que mide el reloj), y siempre volvemos a la percepción.

Quisiera ese especiero, para ver como esos borceguíes se transforman en zapatos de danzas y el pulmón reventado en un buen pedazo de bife envenenado para ese perro.

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