lunes, 4 de octubre de 2010


Por la calle 63, desde 12 yendo para uno, hay una verdadera exposición gráfica en las paredes, verdadero arte.
me detuve en cada uno y encontré tantos mundos como colores.

Eso realmente me alegro la mañana, que había sido de "putas filas tramiteras" en lugares donde todo luce un aburrido color pastel.
No voy a detenerme en las increíbles imágenes de esas calles, hay que verlas personalmente, lo que si es preciso decir y confieso; nunca había sentido tantas ganas de asesinar a alguien como esta mañana, unas ganas que hasta por momentos movía mi cuerpo.

Una pareja de cincuentones pasaban frente a los murales, el señor vestido de negro, típico disfraz de pinguino con su típica panza repleta de salamines caros y asados deliciosos, la señora, lucia al igual que los bancos, un discreto color pastel.
Ella era una vieja puta arrastrada por los bolsillos de su marido pinguinaceo, que por el aspecto de ambos no se tocaban hace varias vidas.
su simple imagen ya me había provocado un cierto malestar y cuando escuche las palabras del gordo forro mientras pasaba frente a los murales me convertí en un asesino en potencia.

"Como ensucian las paredes" dijo la bolsa de mierda con traje, a su esposa disfrazada de torta de mocos.

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